Conversaciones de insomnio

 Ahí estas, te veo, pensé que ya te habías ido, pero ahora sé que estabas escondido, ven, esta vez hablemos. Te propongo una tregua, yo no te ignoro y tu no quemas todo; anda, ven hablemos, dime ¿Por qué estas de regreso? no pretendía que te fueras por siempre, pero ¿Por qué tan pronto? aun es temprano y esto apenas ha comenzado, dime ¿Por qué estas aquí? tal vez la pregunta correcta sea ¿Para qué? 

Te escucho, de verdad esta vez quiero escucharte, se sincero ¿Eres real o solo son mis ojos entrecerrados quienes te han invocado? Que aguas tan claras has traído como señal de la necesidad de esta reunión, recuéstate conmigo y hablemos, perdona que a ratos dude al mirar tu rostro, pero en otros tiempos fuiste pesadilla que me robaba el aliento. 

Si es verdad que estas aquí conmigo háblame, quiero conocer aun más que te ha hecho crecer tanto en esta noche, como podría seguir aceptando que eres y estas sin entregarme a tus dientes que parecen querer despedazar. 

Después de esta conversación no te pediré que te quedes, agradezco tu visita, pues es clara señal de que necesitaba parar un momento a mirar de nuevo.