A mi terapeuta

 06/07/24

Gracias por acompañarme todo este tiempo, gracias por tomar mi mano y guiarme cuando no podía ver, cuando todo a mi alrededor se sentía roto, cuando más me sentía desmoronado, cuando tenia tanto miedo. 
Gracias por estar ahí conmigo cuando toco reconstruir y descubrí lo que había perdido. 

Gracias por tu paciencia, por la calidez en las sesiones, por tu autenticidad y gran forma de ser, aunque me entristece de manera natural la despedida, me alegra también su llegada, pues es un resultado del camino que recorrimos. No te mentiré, a ratos me da miedo pensar que voy volando solo de aquí en adelante, aunque sé que no lo estoy y que si en algún momento vuelvo a necesitarlo puedo escribirte. 

Espero que la vida te regale muchas alegrías y fuerzas cuando se necesiten para afrontar lo que venga, pues mucho aprendí de ti y contigo,  pero entre ello tengo gravado como estandarte que ¨el dolor es inevitable en esta vida, pero que el sufrimiento es opcional¨.

Gracias totales por el abrazo al alma que me brindaste y por ser una excelente terapeuta. Hasta siempre querida colega.

Comentarios