Humanidad celeste
No hay más duda, vos sos el cielo y el infierno en convergencia armónica.
Las llamas de tu piel no pueden ser descritas mejor que por los mismos ángeles que han caído bajo tus pies, las siluetas de tu cuerpo enmarcan el camino a la perdición de toda voluntad de resistencia, un simple movimiento de tus labios sería suficiente para destronar al rey mismo, y aun después de todo, tu apariencia va más a allá de lo angelical, vulnerable y terrenal te presentas ante la inclemente tempestad de un día lluvioso, a pesar de las dificultades resistes y continuas valiente y fuerte como nadie más, asemejas a aquellos antiguos héroes mitológicos, cuando fijas en el futuro tus ojos.
Eres ente poseedor de una mirada abismal, que movería montañas y partiría mares, con la que si uno tuviese la fortuna de encontrarse podría perderse en ella años e incluso más, una vida entera quizás, pues ciertamente resulta impensable que aquel ser que probara el dulce néctar de tu amor no se hiciese adicto a su sabor, al calor que más que emanar de tu piel, emerge de tu corazón borboteante y ansioso, que busca ser bien recibido y que clama por un amor reciproco, por un cuidado en el pasado ya olvidado, por el reparo de aquellos daños que han quedado, pues después de todo también eres humano.
Autor: Jair Espinosa
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